fortalezas personales
PSICOLOGÍA POSITIVA
Históricamente, la Psicología ha puesto el foco en el trastorno como forma de erradicar o aliviar las emociones, pensamientos y actitudes negativas, que perjudican y dificultan la vida de las personas. Desde finales del siglo XX, una nueva corriente psicológica, denominada Psicología Positiva, propone un modelo saludable y de prevención basado en la potenciación de las emociones positivas, como forma de alcanzar un mayor bienestar y una mayor calidad de vida. Se trata de anticiparse a un problema grave, evitando así su aparición, a través de potenciar las virtudes y fortalezas de la persona para su beneficio.
Un beneficio que se traduce en un mejor conocimiento de uno/a mismo/a (autoconocimiento), un conocimiento de uno/a mismo que permite tener un concepto más realista sobre quienes somos y que pensamos de nosotros/as mismos/as (autoconcepto), un concepto más ajustado de quienes somos que permite ajustar mejor objetivos y metas para que sean más asumibles (realización en vez de frustración), realización que permite una mayor satisfacción con nosotros/as mismos/as, así como una mejor valoración y consideración por quienes y por como somos (autoestima), autoestima que, en definitiva, nos permite alcanzar mayores cotas de bienestar y felicidad.
fortalezas personales
Sus creadores fueron Martin Seligman y Chris Peterson (2004), dos psicólogos de gran importancia, especialmente dentro de la Psicología Positiva. Ellos pensaron que, de igual manera que existía un manual con los criterios para el diagnóstico de los trastornos, debería existir uno que recogiera los principales rasgos positivos de las personas. De ahí es de donde surgió el concepto de las fortalezas personales, que se corresponden con las características individuales psicológicas positivas, que se presentan a lo largo de nuestras vidas. Son rasgos de carácter moral, que pueden mesurarse y, muy importante, aprenderse y entrenarse. A través del desarrollo de estas fortalezas, ponemos en práctica nuestros puntos fuertes, que nos acercan a la virtud y a disfrutar más con todo aquello que hacemos.
Cabe diferenciar y no confundir fortaleza con capacidad. Las fortalezas pueden desarrollarse o surgir incluso sin una base previa; mientras que las capacidades, por más que pueden desarrollarse y mejorarse, precisan de una base innata, algo que debemos tener cada uno/a previamente para que estas capacidades puedan darse. Las capacidades son automáticas, se tienen o no se tienen y surgen de forma natural. Por el contrario, para las fortalezas personales, hay un concepto que es clave: la voluntad. Con esfuerzo, tiempo y dedicación, es decir con voluntad y perseverancia, cualquier persona puede adquirir, potenciar o desarrollar una/s determinada/s fortaleza/s.
Existen un total de 24 fortalezas personales que puedes conocer. Si quieres saber más sobre ellas, y de primera mano, directamente desde el Departamento de Psicología de la Universidad de Pennsylvania y de su Director, el profesor Seligman, uno de los promotores de la Psicología Positiva y creador de las Fortalezas Personales, te dejo un enlace a continuación, donde podrás saber más de esta temática.
Si sigues leyendo, revisaremos conceptos relevantes relacionados con las fortalezas personales y el bienestar. Y lo mejor para el final, dos herramientas totalmente gratuitas para ti, para que puedas conocerte mejor.